Agustín Palavecino se mostró compungido por lo que ocurrió en el final del Superclásico que River le ganó a Boca.
«Primero que todo estoy contento por el triunfo del equipo pero a su vez triste por lo que generé. Me cayó la ficha cuando en el vestuario veía los festejos de mis compañeros porque me fui expulsado y me perdí eso».
«Me preguntaba ‘¿para qué ‘? Tenía las pulsaciones muy altas y no me pude controlar. Veníamos de una semana difícil «, fueron algunas de las palabras de Agustín Palavecino, que si bien no tuvo una reacción feliz, no agredió físicamente a nadie.
«Lo hablé con Enzo Pérez y con Demichelis. No es la imagen que nosotros mostramos. Tenemos una forma de ser y hay que seguir de esa manera».
Así, Palavecino salió a decir lo suyo, sin querer justificarse, sino reconociendo su error, algo que a muchos protagonistas del fútbol les falta hacer, reconocer cuando se equivocan y, más aún, ejercer la violencia, algo que el jugador de River no hizo.