El gol que le anularon a River a los 5 minutos del segundo tiempo en el Superclásico jugado el domingo en Córdoba cuando el partido estaba 1-1 y que era un gol en contra que ponía al Millo arriba en el marcador, sigue dando que hablar.
A lo ya visto por todos, que la pelota entró y el arquero de Boca sacó de adentro de su arco, llevó a que el vicepresidente segundo de River, Ignacio Villarroel se refiriera a este hecho.
«Romero la saca desde adentro. Belatti, juez de línea mundialista, marcó la mitad de la cancha y el árbitro validó el gol. Podemos discutir, pero para mí no hay dudas que hay gol. El VAR tardó lo que tardó y no tiene ninguna herramienta que demuestre que la pelota no entró y modificó la decisión del árbitro. Es clarísimo el protocolo. A nuestro modo de ver, se vulneró el protocolo del VAR”, dijo Villarroel, trayendo a la memoria de muchos lo que ocurrió en un partido contra Vélez en la Copa Libertadores, momento en el que a instancias del VAR se le anuló un gol a Matías Suárez que nunca se pudo comprobar que haya existido.
Por otra parte, Villarroel hizo mención a los audios que se publicaron del diálogo que mantuvieron los integrantes del VAR con el arbitro del Superclásico.
“Esto es un hecho manifiesto. Si escuchan los audios, los jugadores de Boca estaban pidiendo un foul, no están viendo si entró o no entró. De hecho, Falcón Pérez les aclara que estaban revisando si entró o no entró. Después, la cara de Romero es elocuente, es de resignación porque sabe que fue gol«, expresó el directivo en la misma sintonía de lo que se pudo observar en la enorme cantidad de tomas televisivas en las que en ninguna se nota que la pelota no haya ingresado por completo y, si se ve a los jugadores del rival lamentándose por el tremendo gol en contra que se habían hecho.
En consecuencia, si bien nadie puede aventurar qué curso hubiera tomado el partido si River se ponía 2-1 arriba en el marcador, sí se notó que después de esa decisión arbitral con el mal uso de la tecnología afectó a los jugadores de Martin Demichelis y le dio ánimo a su rival, que aprovechó el desconcierto en el que entró el Millonario.