Con un gol marcado por Emanuel Mammana en el primer tiempo tras capturar un despeje defectuoso de la defensa de San Lorenzo que el central de River colocó junto al palo izquierdo de Batalla, el equipo de Gallardo llevó merecidamente el triunfo de la cancha del Ciclón.
River jugó un buen primer tiempo, en el que fue el dominador del juego y no sufrió ningún tipo de sobresalto. En la segunda mitad se notó una merma física en varios jugadores y el rendimiento ya no fue como en los primeros 45 minutos, entonces, Marcelo Gallardo movió el banco, pero los ingresos de Borja, Palavecino, y Pochettino no le dieron el aire que River necesitaba que ya había realizado el cambio de Palavecino por Simón, quien salió con dolor en el tobillo derecho.
Para colmo, cuando iba a entra Zuculini por Enzo Pérez, extenuado, Herrera cometió una infracción infantil en el medio campo estando amonestado y dejó al equipo con 10. En ese instante Gallardo hizo entrar a Pinola por De la Cruz, y a aguantar.
Y fue lo que hizo River, aguantar, San Lorenzo se lanzó en busca del empate más con empuje que con ideas y fútbol, mientras que el Millo se aferró al resultado, que fue festejado por todo el plantel cuando Loustau hizo sonar el pitazo final..
Así, River dejó atrás las dos derrotas consecutivas con las que llegó al Nuevo Gasómetro, y sigue expectante en la tabla de posiciones.