El triunfo de River por 2-1 sobre Inter quedó corto por lo hecho por ambos equipos a lo largo del partido ya que el equipo de Martín Demichelis creó muchas situaciones de gol pero ganó apenas por uno de diferencia.

En el primer tiempo, si bien River no desplegó su juego habitual, fue superior a los brasileños pero no logró plasmar en la red lo que generó. Sumado a eso, Inter, en una de las pocas aproximaciones que tuvo, se puso en ventaja en el final a través de un cabezazo de Enner Valencia tras un centro de tiro libre desde la izquierda.

Lejos de sentirse herido, en la segunda mitad River salió con una actitud arrolladora y fue generando una situación atrás de otra en los pies de Barco, Nacho Fernández y Beltrán, hasta que ingresó Pablo Solari quien con una ráfaga personal marcó un doblete y dio vuelta el resultado.

Lo del Millo siguió siendo arrollador y de no ser por las buenas intervenciones del arquero Rochet, la diferencia en el marcador debería haber sido al menos de uno o dos goles más.

Así las cosas, la serie quedó abierta y se definirá el próximo martes en Porto Alegre. Para clasificarse a los cuartos de final a River le alcanza con un empate y, en caso de perder por un gol, habría penales.