Pablo Solari, otra de las figuras de River en la victoria sobre Platense, ya que dió las asistencias en los goles de Miguel Borja y Nacho Fernández, además de estar mostrando un alto rendimiento, se refirió a su mejoría en el juego.

«Uno fue creciendo de la cabeza, yo soy chico y me pasaron muchas cosas y todas juntas. Uno va aprendiendo con los compañeros que me apoyan día a día, me siento con mucha más confianza y más fuerte de cabeza”, reconoció.

«Buscamos jugar como los primeros diez minutos, generando muchas situaciones. Nos vamos con una sensación amarga, por que por más que queramos jugar siempre lindo, no siempre se puede”.

«Siempre están las comparaciones. Pero nosotros tenemos los pies sobre la tierra. Cuando ganamos no somos los mejores del mundo, y cuando perdemos tampoco somos los peores. Siempre que ganamos o perdemos sacamos un aprendizaje y queremos mejorar”.