A pesar de que en el fútbol argentino no concurren hinchas visitantes a los estadio desde ya hace varios años, el partido que jugarán este domingo River y Boca en la Bombonera contará con un fuerte operativo de seguridad.

Serán 1.100 los policías de la Ciudad que trabajarán desde las ocho de la mañana para un encuentro que está fijado su comienzo a las 14 horas del domingo.

Las puertas se abrirán tres horas antes y además de policías integrarán el trabajo agentes del programa Tribuna Segura para aplicar el derecho de admisión, que desde el mes pasado incluye también a los que trabajan como trapitos.

Parece mentira que al no poder concurrir el público visitante haya que destinar tantos efectivos para velar por la seguridad de los asistentes al encuentro y, sobre todas las cosas el traslado de la delegación de River, que habitualmente sufre agresiones al ingresar al barrio de La Boca.

En cuanto al público local, si bien en los últimos tiempos parece que sus diferencias entre facciones de sus barras está controlado, se pondrá especial énfasis en controlar a aquellos que a través de redes sociales están instando a la gente ir al estadio aunque no tengan entrada.

Este es el aspecto que concierne a la delegación de River, ya que en los alrededores del estadio siempre hay gente esperando el paso de los micros del plantel y los dirigentes. Esperemos que todo transcurra en paz.