El partido ante Argentinos era una oportunidad clave para dejar atrás el mal trago que generó la eliminación ante Temperley por Copa Argentina, pero la preocupación ahora es aún más grande.

Esa sensación quedó en el aire una vez que Rey Hilfer pitó el final, decretando la victoria del local por 1-0 ante River. Porque el Millo se vio superado durante todo el partido por el Bicho, que desde el inicio ganó el mediocampo para apropiárselo durante todo el encuentro.

Es justamente por allí donde se gestó el gol del triunfo, cuando Lescano le ganó la pelota a Borja en el mediocampo y con un Villagra corriendo de atrás (secuencia que se dio reiteradas veces), definió con calidad por arriba de Armani para sellar un golazo.

A partir de allí todo fue cuesta arriba. Sin conexiones y con Barco y Echeverri desconectados del juego -a tono con el nivel del resto del equipo-, a River se le hizo muy difícil tener la pelota y generar situaciones de peligro.

Si bien es cierto que el arbitraje no ayudó cortando constantemente el juego, la sensación que queda es que el equipo no pudo sacarse de encima el golpazo ante Temperley, ya que tampoco hubo soluciones con los que entraron desde el banco (Fonseca, Enzo Díaz y un Solari que poco pudo gravitar).

Así, a Demichelis le queda mucho trabajo para hacer en la semana, en donde tendrá que hacerle cambiar el semblante al equipo para el partido de este jueves ante Táchira en el Monumental, por la última fecha de la fase de grupos de la Libertadores y así comenzar una levantada que deje atrás las dudas y los cuestionamientos con estos dos golpazos que en muy poco tiempo recibió River.