Con carácter, oficio, temple, inteligencia y juego asociado, River se recuperó de varias adversidades y con un jugador menos le ganó 4-2 a Sporting Cristal y se acomodó en el Grupo D.
El comienzo del partido sorprendió a River porque Sporting Cristal se puso en ventaja con un cabezazo de Ignacio Da Silva en un tiro libre. El Millonario reaccionó enseguida y en busca de la igualdad, que llegó por intermedio de Nicolás De La Cruz con un preciso cabezazo tras un centro de Enzo Díaz.
River pudo haber aumentado la diferencia con tres chances claras: un cabezazo al palo de Salomón Rondón, un remate de Beltrán y otra chande de Milton Casco.
Sobre los 35 minutos, Esequiel Barco se hamacó sobre el costado izquierdo y sacó un derechazo bajo que se le metió en el primer palo al arquero. A los pocos minutos, Enzo Díaz se fue expulsado por una infracción de último recurso y, en ese tiro libre, Washington Corozo puso el 2-2 con un remate al ángulo izquierdo de Franco Armani, lo que podría haber significado un golpe anímico pero a los pocos minutos de comenzado el segundo tiempo, el Millonario volvió a ponerse arriba: luego de una serie de rebotes en un avance por derecha, Barco remató, se desvió en un defensor y se le metió por arriba a Solís para el 3-2.
River no frenó, e incluso en inferioridad numérica, fue al ataque y llegó al 4-2 con una exquisita definición de Pablo Solari, tras una genial asistencia de Enzo Pérez.
El equipo de Demichelis manejó el partido con una gran voracidad, siguió atacando y sumó tres puntos muy importantes en la fase de grupos.
El próximo partido será este domingo, también en el Mâs Monumental, frente a Independiente, por la Liga Profesional de Fútbol.