No solo Gallardo se mostró eufórico cantando junto al Monumental repleto sino que sus jugadores se prendieron a cantar con él.
Una verdadera familia con un sentido de pertenencia increíble. La unión que se ha forjado entre los jugadores y el cuerpo técnico no se ha visto en otras etapas de la historia de River, que tuvo planteles muy compinches.
La alegría del Muñeco, jugadores hinchas, Biscay tentado de risa viendo a Gallardo tan eufórico e invitando al público a disfrutar y hacerlo por la eternidad, es algo no se borrará nunca de las mentes de cada riverplatebse.