Si bien todos queremos que River gane siempre, disputados el resto de los partidos de la fecha, el empate que el Millo rescató ante Lanús dejó al equipo apenas a cuatro puntos de los líderes.

Al empate de Huracán el sábado, junto con la igualdad de Unión el domingo y la derrota de Talleres, River llegó a los 10 puntos y se ubicó en la séptima posición de la tabla.

El haber ido a buscar al menos rescatar un punto teniendo cuatro delanteros en cancha, llevó a que River no se diera por vencido y se quedara con una unidad, siendo que hubiera sido injusto quedarse sin nada ante un equipo que se encontró dos veces en ventaja sin merecerlo tras haber sido el Millo el que más situaciones de riesgo creó y, hasta se lo privó de un penal por una mano clarísima en el área de Lanús, no cobrada por el árbitro y sin haber sido revisada por el VAR que, al parecer en ese momento no funcionaba.

Quedan muchísimos puntos en disputa y River está expectante, con un plantel renovado y que necesita ensamblarse para mostrar una versión mejor, pero tener la rebeldía de ir a buscar con cuatro delanteros habla de un equipo y un cuerpo técnico que tiene la osadía de jugarse entero.